Si alguna vez has sentido que tu teléfono hace cosas extrañas, como no poder conectarte a Internet o hacer llamadas, ¡alerta! Podrías estar ante una ciberestafa. En este mundo digital, donde todo parece tan fácil y rápido, los ciberdelincuentes están al acecho buscando cualquier oportunidad para robarte. Y lo peor es que pueden hacerlo sin que te des cuenta.
La amenaza del SIM swapping
La Policía Nacional ha lanzado una alerta sobre el SIM swapping, una de las estafas más actuales y peligrosas. Imagina esto: los estafadores obtienen tu información personal usando técnicas muy variadas como el phishing o ataques de malware. Con esa información, logran duplicar tu tarjeta SIM y la instalan en otro dispositivo. Una vez que tienen control de tu número, pueden acceder a tus cuentas y vaciarte la cartera.
¿Cómo sabes si eres víctima de esto? Hay ciertas señales a las que debes prestar atención. Si tu teléfono deja de funcionar repentinamente—no puedes llamar ni enviar mensajes—es un indicio claro de que algo no va bien. También, si recibes un aviso de tu proveedor diciendo que tu SIM se ha activado en otro dispositivo sin tu consentimiento, es hora de actuar.
Imagina abrir tu app bancaria y descubrir que no puedes entrar porque tus credenciales han cambiado. Eso ya debería hacer sonar todas las alarmas. En ese caso, contacta con tu banco inmediatamente; cada segundo cuenta cuando se trata de proteger nuestro dinero.
Desde la Organización de Consumidores (OCU) nos aconsejan ser proactivos: si notas que te falta señal sin razón aparente o recibes notificaciones sospechosas sobre el uso de tu SIM en otro lugar, contacta urgentemente con tu operadora para verificarlo. Recuerda también informar a tu banco sobre cualquier actividad inusual.
Aparte, hay medidas preventivas que todos podemos tomar para evitar caer en estas trampas: habilita la autenticación en dos pasos para tus cuentas más sensibles; esto añade una capa extra de seguridad que puede complicarles la vida a esos delincuentes digitales. También es importante revisar qué datos compartimos en redes sociales y ajustar nuestras configuraciones de privacidad.
No olvides cambiar tus contraseñas regularmente y nunca accedas a información sensible si estás conectado a una red WiFi pública; eso es como dejar la puerta abierta para ladrones digitales.
Así que ya sabes, mantente alerta y cuida esos datos personales como si fueran oro porque, lamentablemente, hay quienes están dispuestos a todo por robarte sin compasión.