En 2022, Dyson se lanzó a la aventura con sus auriculares Dyson Zone, una propuesta bastante inusual que combinaba música y purificación del aire. La idea era genial: ofrecer un refugio sonoro en medio de la contaminación urbana, especialmente para aquellos que luchan contra alergias. Sin embargo, el resultado no fue el esperado. En lugar de ser la revolución que prometían, estos auriculares resultaron ser más un experimento fallido que una solución efectiva.
Con un diseño tan llamativo que parecía sacado de una película futurista o recordaba a las mascarillas de pandemia, atrajeron miradas pero también muchas críticas. ¿Realmente necesitábamos llevar algo tan voluminoso y ostentoso en nuestra rutina diaria? Por supuesto, el precio también echó atrás a muchos: casi 949 dólares por un gadget cuya funcionalidad principal parecía más bien un capricho.
La decisión de retirarlos del mercado
A pesar de los esfuerzos por bajar el precio y atraer al público, las ventas no mejoraron significativamente. Con el tiempo, Dyson decidió dar marcha atrás y cesar la producción de los Zone. Hoy en día es complicado encontrar estos auriculares en tiendas; ni siquiera están destacados en su página oficial. En su lugar, han optado por lanzar unos nuevos Auriculares OnTrac, mucho más convencionales y sin esa peculiar visera purificadora.
Así termina esta historia de innovación desmedida que nos hace reflexionar sobre lo que realmente queremos como consumidores: soluciones prácticas y efectivas, no solo ideas extravagantes tiradas a la basura.