En un movimiento que muchos ven como necesario, la Comunidad de Madrid ha decidido poner freno al uso individual de tecnología en las aulas. Desde el próximo curso escolar, los colegios de Infantil y Primaria dejarán atrás el modelo donde cada alumno tiene su propio ordenador o tablet, apostando por un enfoque más colaborativo. Así es, ¡adiós a esa rutina del niño pegado a la pantalla!
Un cambio educativo en marcha
La nueva normativa afecta tanto a centros públicos como concertados y se establece que solo se podrá usar dispositivos digitales de manera compartida y por un máximo de dos horas semanales. El objetivo no es otro que fomentar métodos de aprendizaje más tradicionales: escritura, lectura y experimentación. Según explica la Consejería de Educación, esto busca “asentar aquellos contenidos más memorísticos” y asegurarse de que las tareas escolares no se realicen fuera del horario lectivo utilizando dispositivos digitales.
Pero lo más llamativo es que esta medida se aplicará desde septiembre, aunque han dado un respiro con una moratoria de dos cursos para que los centros puedan adaptarse. ¿Quién no ha visto cómo se ha convertido el aula en una extensión del hogar digital? Ahora hay tiempo para repensar ese modelo.
A partir del próximo año escolar, los niños menores de tres años estarán completamente alejados de cualquier tipo de pantalla en clase. Para el segundo ciclo de Infantil, tendrán una hora a la semana; en 1º y 2º de Primaria será igual. En 3º y 4º podrán usarla una hora y media semanalmente, mientras que los mayores disfrutarán hasta dos horas semanales. Y ojo al dato: cada instituto podrá decidir cómo gestionar estos tiempos según sus necesidades.
A pesar del cambio radical que supone esta normativa, habrá excepciones para asignaturas específicas o alumnos con necesidades especiales que requieran herramientas digitales sin limitaciones. En resumen, este nuevo enfoque educativo busca devolver la atención a métodos más clásicos mientras se va dejando atrás esa dependencia tecnológica que muchos hemos criticado.