Imagina un mundo donde los plásticos no sean una amenaza para nuestros océanos. Esto podría estar más cerca de hacerse realidad gracias a un grupo de científicos en Japón, quienes han dado un paso gigante al desarrollar un nuevo material con propiedades similares al plástico tradicional, pero con una diferencia crucial: se desintegra en agua salada en solo una hora.
La situación actual es alarmante. Se estima que la contaminación plástica se triplicará para 2040, sumando entre 23 y 37 millones de toneladas métricas de desechos a nuestros mares cada año. ¿No es aterrador? Pero este nuevo descubrimiento podría ser la solución perfecta para contrarrestar ese desastre ambiental.
Un experimento prometedor
Los investigadores del RIKEN Center for Emergent Matter Science y la Universidad de Tokio han llevado a cabo experimentos que demuestran cómo este material desaparece ante la salinidad del agua. Un pequeño trozo fue agitado durante una hora en un recipiente con agua salada y, como por arte de magia, ¡desapareció!
Este asombroso fenómeno ocurre porque, al entrar en contacto con la sal, los componentes del material se desintegran y son procesados por las bacterias presentes en el agua. Así, no quedan residuos contaminantes ni sustancias peligrosas para la vida marina. Y si piensas que esto es solo cosa de laboratorio, te sorprenderá saber que incluso un pedazo de 5 cm puede descomponerse completamente en unas 200 horas.
Aparte de ser una alternativa ecológica al plástico convencional, este material también tiene sus ventajas: no es tóxico ni inflamable y no emite dióxido de carbono mientras se degrada. Por ahora, el equipo detrás de este innovador plástico aún no ha puesto sobre la mesa planes concretos para su comercialización. Sin embargo, su descubrimiento ha despertado el interés de diversos sectores.