María Jesús Puerta Angulo, una ingeniera española con un talento desbordante, ha dejado huella en el LunaRecycle Challenge, un concurso organizado por la NASA que busca mentes brillantes para gestionar los residuos en futuras misiones a la Luna. Su propuesta, que transforma basura y regolito lunar en materiales útiles como metales, plásticos e incluso un tipo de hormigón lunar, fue seleccionada entre más de 1.200 proyectos de 80 países. Pero aquí viene el giro inesperado: al no ser estadounidense, ¡se queda sin el premio! Según las reglas del concurso, solo los equipos norteamericanos pueden hacerse con los 3 millones de dólares destinados a financiar estas innovaciones.
Un proyecto lleno de esperanza desde España
La idea detrás de este ambicioso proyecto, llamado Esperanza, es crear un sistema autosuficiente que permita reciclar materiales directamente en la Luna. Utilizando datos públicos de las misiones Apolo sobre la composición del regolito lunar, María Jesús ha desarrollado un simulador propio para calcular cómo separar y mezclar estos elementos y generar recursos reutilizables.
A pesar de no recibir financiación, su espíritu luchador brilla más que nunca. María Jesús ha decidido seguir adelante y participar en la segunda fase del reto; está buscando patrocinadores dispuestos a creer en su visión. En sus propias palabras: “Me he caído, me he levantado… Quería demostrarme a mí misma que con perseverancia todo es posible.”
No solo se trata de su triunfo personal; ella quiere que todos aquellos que alguna vez soñaron con lo imposible sientan que hay esperanza. Con su proyecto entre los mejores del mundo, María Jesús Puerta se propone demostrar que desde cualquier rincón del planeta se puede contribuir a explorar el espacio con creatividad y determinación.