El pasado 28 de mayo, China dio un paso monumental en la exploración espacial al lanzar la nave Tianwen-2 desde Sichuan. A bordo de un cohete Long March 3B, esta misión tiene como objetivo recoger fragmentos del asteroide 2016 HO3, más conocido como Kamo’oalewa, y luego dirigirse hacia un cometa que se sitúa entre Marte y Júpiter. Pero lo emocionante no termina ahí; la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA) ha compartido que la sonda está funcionando a la perfección y ya se encuentra a más de tres millones de kilómetros de nuestro hogar.
Un vistazo al espacio
Recientemente, China mostró al mundo la primera imagen real tomada por la Tianwen-2 mientras avanza hacia su destino. La fotografía, capturada por una cámara de ingeniería instalada en la nave, nos presenta uno de sus paneles solares circulares. Este diseño recuerda a la famosa misión Lucy de la NASA, que también busca explorar asteroides en las cercanías de Júpiter. Hasta ahora solo conocíamos ilustraciones artísticas sobre esta misión; ver algo auténtico es simplemente asombroso.
La expectativa crece cuando pensamos en el futuro: se prevé que Tianwen-2 alcance Kamo’oalewa en julio de 2026. Una vez allí, pasará varios meses orbitando este cuerpo rocoso para estudiar sus características y composición antes de recoger muestras para traerlas a casa. La cápsula con estos fragmentos está programada para regresar a nuestro planeta a finales de 2027. ¿No es fascinante pensar que estas pequeñas piezas pueden responder grandes preguntas sobre cómo se formó nuestro sistema solar y el origen del agua en nuestra Tierra?
A medida que los científicos siguen desentrañando los misterios del cosmos, nosotros estaremos atentos a cada descubrimiento que venga con esta valiente misión.