Desde que Microsoft lanzó Windows 11 en octubre de 2021, su equipo ha estado trabajando duro para optimizar su rendimiento. Sin embargo, es posible que algún día notes que tu ordenador se vuelve un poco perezoso, con programas que tardan más en abrirse o tareas que parecen eternas. ¡No te preocupes! Hay algunas acciones fáciles y rápidas que puedes poner en práctica para darle un empujón a tu sistema operativo.
Deshazte de lo innecesario
Lo primero es desinstalar esos programas que ya no utilizas. Es como hacer limpieza en el armario: si tienes cosas ahí guardadas que no usas, solo ocupan espacio. Para eliminar software inútil, ve a ‘agregar o quitar programas’. Ahí podrás ver una lista de todo lo instalado; simplemente quita lo que no necesitas y liberarás almacenamiento y procesos en segundo plano. ¡Así de sencillo!
A continuación, revisa los programas que se inician al encender el ordenador. Muchos de ellos arrancan automáticamente y esto puede ralentizar tu inicio y consumir recursos sin razón. Dirígete a ‘aplicaciones de inicio’, donde podrás desactivar las que consideres innecesarias. Al hacerlo, notarás una mejora notable cuando prendes el equipo.
No olvides hacer un control rápido del estado del PC. Solo busca ‘rendimiento y salud’ en la barra de tareas; si ves tres marcas verdes, estás listo para seguir adelante. Si hay algún problema, tendrás la oportunidad de solucionarlo antes de continuar con tus tareas diarias.
Otro truco útil es ajustar la calidad visual del sistema. Esto puede mejorar el rendimiento general del ordenador aunque perderás algo de belleza gráfica. Busca ‘ajustar la apariencia y el rendimiento de Windows’ y cambia la opción a ‘ajustar para obtener el mejor rendimiento’. Tu máquina irá más ágil, aunque sacrificando un poco la estética.
Por último, considera deshabilitar la indexación de búsqueda si eres uno de esos usuarios que apenas usa el explorador de Windows. Busca ‘opciones de indexación’, selecciona ‘modificar’ y desmarca las casillas innecesarias. Acepta los cambios y verás cómo mejora el rendimiento general.
Sigue estos consejos y dale un respiro a tu Windows 11; recuerda que mantenerlo ligero es fundamental para disfrutar al máximo cada momento frente a la pantalla.