El Monte Etna, el volcán más activo de Europa, ha vuelto a sorprendernos. Si bien es cierto que este gigante de Sicilia suele regalarnos espectáculos naturales impresionantes, la última erupción, ocurrida el pasado lunes, se ha llevado la palma. Imagínate: una mezcla de lava y nieve a principios de año y ahora, ¡una explosión que dejó boquiabiertos a todos!
Gracias a la tecnología moderna, hemos podido atestiguar este fenómeno desde lo alto. La misión Sentinel-2 de Copernicus, lanzada por la Agencia Espacial Europea (ESA), nos ha brindado imágenes asombrosas del Etna en plena actividad. Una columna descomunal de ceniza y gas se alzó hacia el cielo, recordándonos lo pequeño que somos ante la fuerza de la naturaleza.
Tensión en las laderas del volcán
A pesar de que las autoridades habían cerrado el acceso al volcán para evitar riesgos, muchos turistas no pudieron resistir la tentación y estaban allí cuando todo comenzó. El caos se apoderó del lugar mientras los visitantes intentaban escapar del peligro inminente. No hay duda: el Monte Etna puede ser un espectáculo hermoso, pero también aterrador.
No veíamos una erupción así desde 2014, según los expertos del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología. Y aunque Italia ya considera que el peligro ha pasado, esas imágenes seguirán grabadas en nuestra memoria como un recordatorio constante del poder indomable de nuestro planeta.