Imagina un mundo donde la información fluye a través de los océanos, conectando continentes y permitiendo que nuestras vidas digitales funcionen sin problemas. Eso es lo que hacen los cables submarinos, esos héroes anónimos que transportan el 98% del tráfico internacional de Internet. Pero, ¿qué pasaría si te dijera que también son vulnerables a ataques?
Por eso, se ha creado Seabed Sentry, una red innovadora de sensores con inteligencia artificial diseñada para proteger estos cables vitales. Esta maravilla tecnológica puede operar por sí sola durante meses, sumergiéndose hasta 500 metros en el mar y manteniendo un ojo constante en lo que ocurre en las profundidades.
Un sistema revolucionario para tiempos inciertos
La empresa de defensa Anduril ha dado vida a este sistema reutilizable, formando una red de módulos ‘sin cables’ que no solo detectan amenazas, sino que también procesan y transmiten datos al instante. Así es como mantienen alerta a quienes necesitan saber si algo está sucediendo bajo la superficie.
Pero Seabed Sentry no se detiene ahí; su utilidad se extiende mucho más allá de la protección de cables. Este ingenio tiene aplicaciones en el ámbito militar, la seguridad portuaria e incluso estudios sobre nuestro querido fondo marino. La versatilidad es su fuerte.
Con un diseño ingenioso similar al de una boya y con capacidad para incorporar nuevas tecnologías fácilmente, cada módulo cuenta con un ancla que asegura su posición en el lecho marino. El Dr. Shane Arnott, vicepresidente de Ingeniería en Anduril, nos dice: “La cabeza alberga todas las comunicaciones y capacidades computacionales; la cola permite añadir cargas útiles flexibles.”
No podemos olvidar el corazón del sistema: su sensor principal llamado Sea Spear. Este dispositivo fue inspirado por trabajos de la NASA y emplea tecnología avanzada para flotar naturalmente en el agua mientras escanea todo a su alrededor.
Aprovechando algoritmos potentes con inteligencia artificial, Seabed Sentry puede detectar cualquier ataque inminente y reaccionar rápidamente, asegurando así nuestra conexión global. Así que ya sabes: aunque quizás no veamos esta tecnología todos los días, ella trabaja incansablemente para mantenernos conectados.