¿Te imaginas poder charlar con una IA un tanto irreverente directamente en Telegram? Pues eso es lo que Elon Musk está intentando hacer con su nuevo chatbot, Grok. Este acuerdo, aún preliminar, se ha sellado con Pavel Durov, el fundador de Telegram. Y es que no hay duda de que la plataforma, que ya cuenta con más de 1.000 millones de usuarios, representa una oportunidad dorada para Musk y su empresa xAI.
Un paso polémico hacia adelante
Parece que este anuncio llega justo después de saber que Microsoft también planea integrar esta tecnología en sus servicios. Pero claro, la historia no termina ahí. Grok ha sido objeto de críticas bastante serias, incluso por permitir desnudar a mujeres sin su consentimiento en X (anteriormente Twitter). Además, se le acusa de ignorar información sobre las falsedades propagadas por figuras como Musk o Donald Trump. ¿Realmente queremos una IA así en nuestras conversaciones diarias?
A pesar del revuelo generado, Durov parece optimista y ya ha compartido públicamente los detalles del trato a través de X. “Este verano, nuestros usuarios tendrán acceso a lo mejor del mercado”, afirmaba con entusiasmo. Pero Musk fue claro al decir que aún no hay nada firmado formalmente; solo esperan cerrar algunos flecos.
Lo curioso es que el trato implica un desembolso de 300 millones de dólares, entre efectivo y acciones, además de compartir ingresos por suscripciones dentro de la app. Una maniobra arriesgada pero potencialmente fructífera para ambos.
Durov aseguró también que xAI solo podrá acceder a los datos que los usuarios decidan compartir explícitamente durante las charlas con Grok. Sin embargo, esto podría dar a Musk una ventaja crucial al obtener datos necesarios para entrenar sus modelos y mejorar la IA.
Grok se define como una inteligencia artificial audaz y con sentido del humor; aunque esto puede ser atractivo para algunos, también plantea preocupaciones sobre desinformación o comentarios provocadores. Con esta jugada estratégica, Musk busca competir ferozmente contra gigantes como OpenAI o Google mientras intenta consolidar su lugar en el mercado conversacional. En definitiva, ¡la carrera por dominar la IA sigue encendida!