La aventura de Starship está más viva que nunca. En los últimos días, hemos sido testigos de cómo SpaceX, la compañía de Elon Musk, se ha lanzado a realizar una serie de pruebas emocionantes con su megacohete. El objetivo es claro: hacer que Starship pueda alcanzar la órbita baja terrestre y regresar a casa sin contratiempos. Pero, a pesar del frenesí de actividad, todavía no hay una fecha oficial para el tan esperado lanzamiento.
Pruebas que marcan el camino
Para poner a prueba su potencia, SpaceX trasladó a Starship hasta su base de pruebas. Allí, se comprobó si el cohete podía superar un disparo estático con un solo motor y si Mechazilla estaba lista para atrapar al propulsor Super Heavy. Sin embargo, esta semana han ido más allá y han realizado un disparo estático prolongado utilizando seis motores. Sí, ¡seis! Y lo mejor es que la prueba duró unos 60 segundos en Starbase, Texas.
Parece que las cosas están tomando forma después de los tropiezos anteriores. Recordemos que en sus vuelos previos hubo momentos dramáticos: desde desmantelamientos inesperados hasta explosiones en pleno vuelo. Pero aquí estamos, con SpaceX preparándose para evitar esos errores esta vez. Están apostando por reutilizar la primera etapa del cohete en un «re-vuelo» sin intervención.
Aunque aún queda mucho camino por recorrer antes del noveno vuelo, hay algo esperanzador: la Administración Federal de Aviación (FAA) ya ha dado luz verde para que SpaceX realice hasta 25 lanzamientos al año desde Texas. Esto significa que incluso si las cosas no salen como se espera esta vez, habrá muchas más oportunidades para demostrar que Starship puede ser seguro tanto para carga como para tripulación.