En medio de un océano de proyectos grandiosos y sueños desmesurados, surge Laheq Island, la ambiciosa isla artificial que Arabia Saudí se propone construir en el Mar Rojo. La iniciativa es parte del polémico plan Vision 2030, ideado por el príncipe heredero Mohammed bin Salman, que busca cambiar el rumbo económico del país, alejándose de su dependencia del petróleo y gas.
Sin embargo, no todo es un mar en calma. La megaciudad The Line, otro proyecto estrella que ha costado unos impresionantes 50.000 millones de dólares, está atrapada en un torbellino financiero. Fuentes cercanas al proyecto advierten sobre plazos que se estiran más que un chicle y desarrollos que se retrasan a cada paso. A pesar de ello, Arabia Saudí sigue firme en su apuesta por The Line, esperando que pronto se convierta en una realidad palpable.
Un paraíso artificial diseñado para deslumbrar
Aun con las sombras sobre The Line, la visión para Laheq Island continúa adelante. Diseñada por el prestigioso estudio Foster + Partners, liderado por el renombrado arquitecto Norman Foster, esta isla promete ser un auténtico paraíso turístico. Imagina recorrer sus 400 hectáreas de arena blanca moldeada mientras te rodeas de lujosas villas y mansiones con vistas al mar.
El corazón palpitante de esta isla será ‘The Ring’, una imponente estructura circular de 800 metros de diámetro que albergará una laguna interior, playas idílicas y una variedad impresionante de comercios y restaurantes. Conectadas por puentes sobre las aguas turquesas, pequeñas islas ofrecerán aún más oportunidades para disfrutar del sol y la diversión.
Pero eso no es todo; los planes también incluyen puertos deportivos donde navegar hacia lo desconocido será tan fácil como dar un paseo por la playa. Y para aquellos a quienes les gusta estar activos, habrá campos deportivos, escuelas de vela y hasta un campo de golf listo para desafiar a cualquier aficionado.
John Pagano, director ejecutivo del grupo Red Sea Global, lo resume perfectamente: «Ya sea para visitantes o residentes que anhelan poseer un trozo del Mar Rojo, en Laheq vivirán una experiencia lujosa en una comunidad turística vibrante». Así pues, entre tanto derroche e ilusión desenfrenada, ¿será posible transformar este sueño árabe en realidad?