SpaceX, la compañía de Elon Musk, sigue su marcha imparable hacia las estrellas. Su cohete Starship, un vehículo que promete ser totalmente reutilizable para llevar tanto tripulaciones como carga a la órbita terrestre, la Luna y Marte, se prepara ahora para su noveno vuelo de prueba. Y es que tras una reciente demostración en la red social X (anteriormente Twitter), donde vimos a Starship superar un disparo estático con un solo motor, el optimismo parece estar en el aire.
Un futuro lleno de lanzamientos
Pero no todo es tan sencillo. Para cumplir con su ambicioso plan de lanzamiento, SpaceX necesita la aprobación de la Administración Federal de Aviación (FAA). En diciembre del año pasado, esta agencia sugirió que podrían aumentar los despegues anuales de cinco a 25. ¡Y atención! Este martes 6 de mayo llegó el momento clave: la FAA dio luz verde a SpaceX para hacer esos 25 lanzamientos desde su base en el sur de Texas.
La evaluación ambiental final concluyó que estos futuros lanzamientos no tendrán un impacto “significativo” sobre el entorno de Starbase, aunque muchos grupos ambientalistas están alzando la voz. La cercanía con parques nacionales y refugios para especies en peligro ha generado preocupación entre activistas como The South Texas Environmental Justice Network.
Aunque SpaceX tiene mucho trabajo por delante para evitar repetir los errores del pasado. El séptimo vuelo tuvo un desafortunado desenlace cuando sufrió un desmontaje rápido e inesperado durante el ascenso, provocando un incendio. Y si eso no fuera suficiente, en su octava prueba el megacohete explotó debido a problemas con varios motores Raptor. Ahora, todos los ojos están puestos en ese noveno vuelo; se espera que sea diferente y que puedan reutilizar la primera etapa por primera vez.
No cabe duda de que estamos ante una nueva era espacial llena de retos y expectativas. Desde luego, Elon Musk está dispuesto a jugarse el todo por el todo y llevarnos más allá.