Este lunes 21 de abril, el mundo se despidió del Papa Francisco, quien falleció a los 88 años. La noticia nos llegó a través del cardenal Kevin Joseph Farrell, en un emotivo vídeo que no dejó indiferente a nadie. Durante sus doce años como líder de la Iglesia, este pontífice nos ha dejado un legado que va más allá de la religión; ha sido un verdadero pionero en muchas áreas, incluyendo la reforma de la Curia y su esfuerzo por abrir puertas a nuevas ideas en una institución tradicionalmente conservadora.
Un vistazo al futuro tecnológico
El Papa también fue un ferviente defensor del uso responsable de la tecnología. En varias ocasiones, mostró su preocupación por los avances en inteligencia artificial. Coincidiendo con la Jornada Mundial de la Paz 2024, subrayó la necesidad de reflexionar sobre cómo estas herramientas impactan nuestras vidas. «Debemos ser conscientes y prevenir que surjan consecuencias negativas», decía con gran pasión. Su llamado a mantener un diálogo abierto sobre esta temática resuena aún hoy: ¿cómo podemos asegurarnos de que la IA sirva para mejorar nuestras sociedades sin caer en lógicas destructivas?
No es casualidad que uno de sus mensajes más urgentes fuera el de cuidar a los más vulnerables. En sus palabras, había siempre un eco claro: «La tecnología debe estar al servicio de todos», recordándonos que nuestra humanidad debe prevalecer ante cualquier avance técnico.
Aunque confesaba no ser muy hábil con los gadgets –se autodenominaba un ‘desastre’ tecnológico– también veía en Internet y las redes sociales una oportunidad valiosa: «un regalo de Dios» para conectar con el mundo. Y es que hasta logró convertirse en el usuario más influyente de X (antes Twitter), superando incluso al ex presidente Barack Obama.
No olvidemos esas imágenes que dieron vueltas por las redes sociales del Papa vestido con ese abrigo blanco tan característico junto a unas deportivas; imágenes generadas por IA, pero que lograron captar su esencia única y cercana.