La inteligencia artificial avanza a pasos agigantados y, como bien señala el magnate tecnológico Bill Gates, pronto podría superar la capacidad humana en campos tan cruciales como el diagnóstico médico o la educación. Pero no solo él lo dice; Elon Musk también ha lanzado su advertencia sobre cómo esta tecnología podría amenazar nuestra existencia.
Las palabras cuentan una historia
En medio de este torbellino de opiniones, surge una reflexión interesante gracias al análisis de Eitan Michael Azoff, un experto en IA. Asegura que estamos diseñando inteligencias más rápidas y poderosas que nuestros propios cerebros. Sin embargo, esto plantea una inquietante pregunta: ¿podría ser que, al final, la humanidad acabe siendo menos inteligente que sus propias creaciones?
Un aspecto fascinante es cómo modelos como ChatGPT, nos permiten vislumbrar patrones lingüísticos asociados a personas con habilidades cognitivas limitadas. Así, 20bits le preguntó a ChatGPT qué términos suelen emplear quienes tienen un desarrollo del lenguaje más básico. La respuesta fue clara:
- Repetición constante de muletillas: Expresiones como «eh», «o sea», «este» o «pues» aparecen con frecuencia.
- Vocabulario limitado: Uso recurrente de palabras simples como «bueno», «cosa» o «hacer» en lugar de optar por términos más específicos.
- Pobreza estructural en las frases: Frases cortas sin conectores ni ideas desarrolladas.
- Clichés y frases hechas: Un recurso que puede servir para evitar el esfuerzo de articular pensamientos propios.
- Lenguaje vulgar o insultos constantes: Aunque no siempre es el caso, puede reflejar dificultades para manejar conflictos verbalmente.
No obstante, ChatGPT también aclara algo fundamental: usar un lenguaje sencillo no significa pensar sencillamente. Muchas veces, una persona opta por palabras básicas por timidez o falta de acceso a educación. O quizás porque se expresa en un segundo idioma y busca hacerse entender.