Los pediatras no se cansan de advertirlo: nuestros jóvenes pasan más de cinco horas al día pegados a una pantalla. Recientemente, la Comunidad de Madrid ha decidido dar un paso drástico y eliminar el uso individual de dispositivos digitales en Educación Infantil y Primaria para el curso 2025/2026. Pero, ¿es esta realmente la solución? Entidades como la Fundación Cibervoluntarios opinan que prohibir no es la respuesta adecuada.
Un enfoque diferente
Desde hace más de dos décadas, esta fundación se ha convertido en un pilar fundamental en la alfabetización digital en España. Su objetivo es claro: hacer que la tecnología sea una herramienta de igualdad y oportunidades, no un factor de exclusión. La presidenta de la Fundación, Yolanda Rueda, sostiene que hay que preparar a los jóvenes para un mundo donde el espacio físico y digital ya no son separados. «No podemos seguir tirando a la basura el potencial que tienen estas herramientas», comenta con firmeza.
Rueda recalca que su misión principal es formar y acompañar a los más jóvenes para que hagan un uso equilibrado y responsable de la tecnología. Proporcionarles las herramientas necesarias para asegurar su bienestar es clave en este camino. Después de todo, si hoy alguien carece de competencias digitales, sus oportunidades se ven claramente limitadas.
A pesar del avance tecnológico, la brecha digital sigue siendo alarmante; más del 30% de los españoles carecen de competencias digitales básicas. Este porcentaje se dispara hasta el 43% en zonas rurales o pequeñas localidades. Es preocupante ver cómo situaciones cotidianas como gestionar una cita médica online o poner un negocio en internet siguen siendo inalcanzables para muchos.
La pobreza digital afecta desproporcionadamente a desempleados, mayores de 45 años y personas vulnerables socialmente. Y esto se complica aún más con las desigualdades por género. La Fundación apuesta por formaciones adaptadas a cada colectivo, buscando generar confianza y autonomía entre quienes están rezagados.
A medida que avanzamos hacia un futuro donde la inteligencia artificial juega un papel protagónico, surgen nuevos desafíos. Rueda advierte sobre la necesidad urgente de defender nuestra soberanía digital como ciudadanos activos en este ecosistema complejo e interconectado.
Estamos viviendo tiempos vertiginosos; cambios económicos y sociales nos rodean mientras la tecnología avanza a pasos agigantados. Es momento de involucrarnos activamente en este diseño digital que afecta nuestras vidas diarias.