En los últimos tiempos, hemos sido testigos de un fenómeno alarmante que acecha a nuestros teléfonos. Se trata del vishing, una modalidad de estafa telefónica que no solo es peligrosa, sino también sorprendentemente astuta. Los estafadores se hacen pasar por empleados de bancos como Caixabank y logran engañar a muchas personas con su voz seria y un lenguaje técnico que asusta.
¿Cómo funciona este fraude?
Con la excusa de supuestas irregularidades en nuestras cuentas, estos impostores nos llaman y nos exigen verificar nuestra identidad sin dudar. Pero, ¡cuidado! Su verdadera intención es conseguir datos personales o claves de acceso. En algunos casos, llegan incluso a pedir autorizaciones para transferencias o instalan software que les da acceso directo a nuestros dispositivos.
Ante esta amenaza creciente, Caixabank ha decidido actuar. Junto al grupo teatral Tricicle, han lanzado una campaña educativa que parodia estas llamadas fraudulentas con el fin de enseñarnos a detectar el engaño antes de caer en la trampa. Sus consejos son claros: desconfía siempre de esas llamadas inesperadas; nunca compartas contraseñas ni códigos; si dudas, cuelga y contacta directamente con tu banco.
Sorprendentemente, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) ha informado que las denuncias por vishing han aumentado casi un 30% en solo un año. Además, los delincuentes se están volviendo más sofisticados; muchos ya tienen información básica sobre sus víctimas y pueden hacer parecer que sus llamadas provienen realmente del número oficial del banco.
Si alguna vez crees haber sido víctima de este tipo de fraude, actúa rápido: contacta con tu entidad bancaria para bloquear cualquier acceso sospechoso y denuncia lo ocurrido ante la Policía Nacional o la Guardia Civil. No olvides recopilar toda la información posible sobre la llamada; cada pequeño dato puede ser clave para detener a estos estafadores.