En un movimiento que ha dejado a muchos con sentimientos encontrados, Meta, la compañía de Mark Zuckerberg, ha anunciado que comenzará a utilizar el contenido público de sus usuarios—como publicaciones y comentarios—para entrenar su inteligencia artificial. Este anuncio llegó a través del blog oficial de la empresa, donde también se detalló que las interacciones de los usuarios con Meta AI, como preguntas o consultas, serán parte del proceso de mejora de sus modelos.
La decisión y sus implicaciones
Lo curioso es que Meta retoma ahora estos planes tras haberlos pausado anteriormente. Según ellos, esta estrategia beneficiará tanto a las personas como a las empresas al permitir una mejor comprensión y representación de nuestras culturas e idiomas. Además, desde esta semana quienes vivan en la Unión Europea recibirán notificaciones en la aplicación y por correo electrónico explicando qué datos se utilizarán y cómo mejorará su experiencia en las plataformas.
Aunque Meta asegura que no tocará los mensajes privados entre amigos y familiares ni los datos públicos de menores para este fin, sigue generando inquietud. Y aquí viene lo más interesante: habrá un enlace en esas notificaciones donde podremos oponernos al uso de nuestros datos. Así que sí, hay una pequeña ventana para decir ‘no gracias’ si así lo deseamos.
Aparte de esto, hay que resaltar que el mes pasado se lanzó oficialmente Meta AI en varias plataformas—Facebook, WhatsApp, Instagram y Messenger—en toda Europa. La empresa está convencida de que tiene la responsabilidad no solo de lanzar una IA sino diseñarla específicamente para nosotros los europeos. En palabras directas: «Es crucial que nuestros modelos sean alimentados con datos diversos para captar todos esos matices culturales».
Este regreso al juego sucede justo después del visto bueno del Comité Europeo de Protección de Datos sobre el enfoque original adoptado por Meta. Así las cosas, parece que la compañía está dispuesta a adaptarse a las regulaciones europeas mientras intenta sacar músculo con nuevas tecnologías. ¿Estamos listos para ver cómo todo esto afecta nuestra interacción diaria? Solo el tiempo lo dirá.