Elon Musk, el controvertido magnate que nunca deja de dar que hablar, ha vuelto a estar en el centro del huracán. Esta vez, lo hace desde su posición al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), donde parece tener un solo objetivo: recortar gastos públicos en Estados Unidos. Y claro, no se le ocurrió otra cosa que lanzar un mensaje incendiario a través de su cuenta de X, diciendo: «DOGE trabaja 120 horas semanales mientras nuestros rivales burocráticos solo cumplen con 40. Por eso están tan lejos de nosotros».
Una cultura laboral extrema
Pero aquí no acaba la cosa. Musk ha dejado caer que no solo espera esas interminables horas laborales durante la semana; ¡no! También quiere que sus empleados trabajen los fines de semana. Este tipo siempre ha sido crítico con la productividad, y ya anteriormente había sugerido que los trabajadores deberían dormir en las oficinas para evitar perder tiempo en traslados. Ahora va más allá y propone que dediquen 120 horas semanales a su trabajo, lo cual resulta un poco descabellado.
¿Y cómo justifica todo esto? Según él, “muy pocos en la burocracia realmente trabajan el fin de semana”, así que considera que aquellos dispuestos a hacer un esfuerzo extra tienen una ventaja competitiva clara. Es como si dijera que trabajar durante el fin de semana es casi un superpoder. Pero ¿realmente es sostenible esta forma de pensar?
No se trata solo del DOGE; también aplica este modelo extremo en otras empresas como cuando lanzó Grok 3, donde afirmaba estar “perfeccionando el producto con todo el equipo” durante esos mismos días festivos. Desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, el departamento ha despedido a cientos de funcionarios públicos y ahora busca acceso a plataformas financieras gubernamentales para manejar fondos públicos.
La controversia sigue creciendo y muchos recuerdan un mensaje anterior del DOGE donde se pedía revolucionarios dispuestos a trabajar más de 80 horas por semana. Tal vez esto nos haga cuestionar hacia dónde nos dirigimos como sociedad laboralmente hablando.