El asteroide 2024 YR4 ha sido protagonista de los titulares desde hace un tiempo. Al principio, se le miraba con miedo, pues había una posibilidad del 3,1% de que colisionara con la Tierra en diciembre de 2032. Pero ahora, la situación ha dado un giro inesperado: ya no somos el foco de su atención, ¡sino que ahora apunta a la Luna!
Un descubrimiento sorprendente
A raíz de las observaciones realizadas por el telescopio Gemini Sur en el Cerro Pachón (Chile), los astrónomos han logrado crear una imagen tridimensional del asteroide. Su forma es tan peculiar que se asemeja a un disco de hockey, algo poco común si pensamos en cómo suelen lucir estos cuerpos celestes. La mayoría son irregulares, parecidos a patatas o peonzas. Bryce Bolin, coautor del estudio y miembro de Eureka Scientific, admite que esta forma plana les ha dejado boquiabiertos.
Además, han calculado que mide entre 30 y 65 metros de diámetro y da una vuelta sobre sí mismo cada 20 minutos. Ahora la probabilidad de que impacte con nuestro satélite natural ha subido al 4%. Aunque esto puede sonar alarmante, hay que ver el lado positivo: si llegara a chocar con la Luna sería una oportunidad única para avanzar en nuestros conocimientos sobre estos fenómenos.
Pese a haber descartado cualquier riesgo para la Tierra —la probabilidad ahora es solo del 0,001%, casi nada— el NOIRLab advierte que debemos seguir atentos. Un impacto lunar podría ofrecernos datos valiosos sobre cómo se relaciona el tamaño del asteroide con el cráter que formaría; algo hasta ahora solo imaginado.
Este viaje desde el cinturón principal de asteroides entre Marte y Júpiter nos recuerda lo impredecible y fascinante que es nuestro universo. Aunque no haya peligro inminente para nosotros esta vez, podríamos aprender mucho si 2024 YR4 decide dejar su marca en la Luna.