El GOB ha lanzado un grito de alarma que resuena en toda la isla. En su último comunicado, se han mostrado contundentes al criticar el modelo actual de nuestras playas: «No pueden convertirse en un producto de lujo». Estas palabras son más que una simple crítica; son un llamado a la acción para todos nosotros. ¿Realmente queremos unas playas donde solo unos pocos puedan disfrutar?
La lucha por unas playas accesibles
Héctor Rubio, portavoz del GOB, enfatiza la necesidad urgente de transformar nuestro turismo hacia uno más consciente y respetuoso con Mallorca. La comunidad está pidiendo a gritos un cambio. El monocultivo turístico ha dejado huella, y ahora enfrentamos el desafío de devolver las playas a sus verdaderos dueños: los residentes y turistas que buscan disfrutar sin ser estrangulados por precios desorbitados.
Además, no podemos olvidar que hay gente trabajando incansablemente para recuperar tradiciones como cantar la Sibil·la o hacer neules. Sin embargo, es desgarrador ver cómo estos esfuerzos pueden verse opacados por intereses económicos ocultos detrás de decisiones cuestionables, como la tala indiscriminada de árboles centenarios.
En resumen, se trata de una batalla por lo esencial: preservar nuestra identidad cultural y asegurar que todos tengamos acceso a lo que nos pertenece. Es hora de actuar y exigir cambios reales antes de que sea demasiado tarde.

