La tragedia golpea a nuestra comunidad cuando un niño de solo diez años se ha visto involucrado en un accidente terrible al caer desde el séptimo piso de un edificio en Palma. Esas son las noticias que nunca queremos escuchar, ¿verdad? La madre del pequeño, María Pau Gil, nos comparte su angustia y dice que aunque no era el más travieso, siempre tenía una sonrisa que iluminaba el día.
Una llamada a la reflexión sobre la seguridad
Este incidente no solo deja a una familia destrozada, sino que también nos hace pensar en la seguridad de nuestros niños. ¿Qué medidas estamos tomando para garantizar que situaciones así no vuelvan a ocurrir? En nuestra isla, donde los riesgos parecen multiplicarse con cada noticia, es fundamental unir fuerzas para proteger a los más vulnerables.
Las autoridades están investigando lo sucedido mientras nosotros nos preguntamos cómo es posible que un accidente así pueda pasar. Hay tantas cosas que podemos hacer para evitarlo; necesitamos reflexionar y actuar. No podemos permitirnos tirar por la borda la vida de nuestros pequeños por descuidos evitables.

