Este noviembre, las reservas hídricas en Baleares han subido al 48%, un dato que nos deja entrever un atisbo de esperanza. Después de meses de preocupaciones por la sequía, parece que la naturaleza nos da una tregua. Pero, ¿es esto suficiente para asegurar un futuro sostenible?
Reflexiones sobre el estado del agua
No podemos ignorar que, aunque este aumento suena prometedor, estamos lejos de vivir en la abundancia que merecemos. Cada gota cuenta y es vital recordar que el monocultivo turístico no solo afecta nuestra economía, sino también nuestros recursos naturales. Como bien dice uno de los activistas locales: “La protección del agua debería ser nuestra prioridad número uno.” Y es que debemos cuidar nuestro entorno como si de nuestra propia casa se tratara.
A medida que avanzamos hacia los meses más secos, es crucial que todos pongamos de nuestra parte. No se trata solo de esperar a ver qué pasa; tenemos que actuar y exigir a quienes toman decisiones políticas el respeto hacia nuestros recursos hídricos. En definitiva, no dejemos escapar esta oportunidad para reflexionar sobre lo valioso que es cada litro de agua y lo importante que es mantenerlo a salvo.

