Era un día cualquiera en Eivissa, cuando de repente, la tranquilidad se rompió. Una mujer, disfrutando de su paseo sobre un patinete, fue brutalmente atropellada por un coche que no dudó en dejarla tirada y escapar. ¿Qué tipo de persona es capaz de hacer eso? Nos preguntamos todos. La víctima, que solo buscaba disfrutar del día, ahora se enfrenta a las consecuencias de la irresponsabilidad ajena.
La comunidad clama justicia
Este incidente ha sacudido a la comunidad, que no puede entender cómo alguien puede actuar con tal desdén hacia la vida humana. “No podemos permitir que esto quede impune”, expresan los vecinos indignados mientras exigen respuestas y medidas más efectivas para garantizar la seguridad en nuestras calles. Ya basta de este monocultivo turístico donde lo importante parece ser el negocio antes que las personas.
Es hora de que todos nos pongamos serios y reflexionemos sobre nuestra responsabilidad como sociedad. No podemos seguir mirando hacia otro lado; necesitamos acciones concretas que prevengan tragedias como esta. La seguridad vial debe estar en el centro del debate público porque cada vida cuenta.

