En una decisión que ha levantado polvareda, el Consell ha decidido dar luz verde a la captura del cangrejo azul, esa especie invasora que tanto daño está haciendo a nuestros ecosistemas. ¿Hasta 2030? Sí, lo han pensado bien y han optado por deshacerse de las restricciones. Pero, ¿realmente es esto lo que necesitamos?
La comunidad se pregunta qué implica esta medida
Mientras algunos celebran la noticia como un alivio para la pesca local, muchos otros se quedan con una sensación amarga. La verdad es que estas decisiones no pueden tomarse a la ligera. Los vecinos de Santa Catalina, por ejemplo, están pidiendo cuentas: «¿Qué aporta realmente esta captura al comercio local?» Y no les falta razón. ¿Estamos hablando de un impulso real o simplemente de un monocultivo turístico más?
La polémica va más allá. En medio del revuelo por el Christmas Market en la Feixina y las quejas sobre daños en el parque, queda claro que esta comunidad tiene mucho en juego. La captura del cangrejo azul podría ser solo una pieza más en un rompecabezas complicado donde los intereses económicos y el bienestar medioambiental parecen ir en direcciones opuestas.

