En el corazón de las Baleares, donde la cultura y la naturaleza bailan al son del viento, hay historias que merecen ser contadas. La figura de Gerard Maria Thomàs resuena con fuerza en este contexto, recordándonos que hubo un tiempo en que el espíritu libre y rebelde de los hippies floreció entre nosotros. Aquellos días vibrantes estaban llenos de sueños y luchas por una vida más auténtica.
Una reflexión sobre lo perdido
No podemos ignorar cómo ciertas corrientes han moldeado nuestra identidad cultural. Como bien dice Tomeu Canyelles, “las drogas no solo han estado disponibles a nivel material, sino que también han dejado huella en nuestra cultura”. Y es cierto: hemos visto cambios radicales a lo largo del tiempo, pero ¿a qué precio? La nostalgia por tiempos más sencillos nos lleva a preguntarnos si realmente hemos aprendido de nuestras experiencias.
Mientras tanto, Xisco Avellà, un defensor del ecologismo en las islas, advierte sobre los peligros que acechan nuestro entorno. Las preocupaciones van más allá de lo inmediato; ahora enfrentamos retos como la crisis sanitaria que afecta al negocio de la sobrassada. Nos encontramos ante un dilema: ¿podemos seguir ignorando el impacto del monocultivo turístico?
Y así, mientras el Govern toma decisiones como trasladar residuos desde Eivissa o enfrenta controversias por eventos como el Christmas Market de la Feixina, nosotros nos cuestionamos: ¿qué legado queremos dejar a las futuras generaciones? Cada acción cuenta y cada voz importa. Es momento de unirnos para proteger nuestro hogar.

