En Santa Maria, la indignación ha crecido entre los vecinos ante la noticia del nuevo proyecto de baterías de litio que amenaza su tranquilidad y entorno. La comunidad no se queda callada y ha decidido presentar alegaciones, dejando claro que su voz se debe escuchar. En un momento en el que las Balears alcanzan ya casi 1,25 millones de habitantes, es vital proteger lo que tenemos.
Una lucha por el futuro
Las palabras vuelan entre los vecinos, muchos de ellos preocupados por cómo este tipo de iniciativas pueden afectar a sus vidas cotidianas. «No podemos permitir que nos tiren a la basura nuestra calidad de vida en nombre del progreso», dice uno de los afectados. A medida que más personas se suman a esta lucha, queda patente que aquí no solo se trata de unos pocos; es una batalla por el futuro del municipio.
Y es que el crecimiento desenfrenado puede traer consigo consecuencias nefastas si no se pone un freno. La propuesta ha encendido debates acalorados sobre el modelo turístico y urbanístico en la isla. ¿Es esto realmente lo que queremos para nuestras generaciones futuras? Los ecos de estas preguntas resuenan cada vez más fuerte en las calles.

