En el corazón de nuestra querida Baleares, Pla dels Bandejats y la roca Fesa no son solo lugares en un mapa; son relatos que nos conectan con nuestras raíces. En una sociedad donde cada rincón tiene su propia voz, estos parajes nos invitan a reflexionar sobre lo que hemos perdido y lo que aún podemos salvar.
Sin embargo, mientras exploramos la belleza de nuestro entorno, también nos encontramos con una realidad preocupante. Este pasado Black Friday, los pequeños comercios se lamentaban de un verdadero desastre, mientras las grandes cadenas celebraban sus ganancias. ¿Qué le está pasando a nuestra economía local? Nos preguntamos si estamos dispuestos a dejar que el monocultivo turístico se adueñe de nuestras calles.
Cambio en la identidad cultural
Y hablando de cambios, no podemos ignorar cómo los nombres tradicionales que antes llenaban nuestros vecindarios están desapareciendo poco a poco. De aquellos entrañables Tomeus y Francisques, hoy apenas queda rastro; ahora predominan Sofías y Hugos. La identidad balear está en juego, y es momento de alzar la voz.
No obstante, no todo son malas noticias. Desde el CEIP Ses Rotes Velles se hace eco del compromiso con el medio ambiente, reclamando una mar Mediterránea más protegida. Esto es lo que necesitamos: una comunidad unida luchando por preservar lo que realmente importa.
A medida que avanzamos hacia un futuro incierto, sigamos recordando las historias de nuestros paisajes y trabajemos juntos para mantener viva nuestra cultura. Solo así podremos mirar hacia adelante sin temor a perder nuestra esencia.

