En Son Bordoy, la indignación está en el aire. Los vecinos han comenzado a manifestar su malestar contra el Partido Popular de Palma tras un desalojo que muchos consideran injusto. La frase más repetida entre ellos es clara: ‘Mucho predicar y poco dar ejemplo’. Y no les falta razón.
La desesperación de una comunidad
La situación se ha vuelto insostenible. Las promesas vacías del Consell d’Eivissa sobre la gestión de residuos son solo una parte del problema, ya que nadie parece tener una solución inmediata que no implique tirar a la basura los derechos de las personas que allí viven. Entre anuncios y trámites que nunca llegan, la prohibición del alquiler turístico en Palma sigue siendo un tema candente; llevan 18 meses hablando, pero ¿dónde están los resultados?
Por si fuera poco, también se ha mencionado un nuevo proyecto musical para celebrar cinco décadas de hermandad, mientras tanto, otros temas cruciales parecen relegados a un segundo plano. ¿Es esta la prioridad? El pasado reciente aún pesa en el ambiente y preguntas como por qué se mantienen nombres franquistas en los clubes de fútbol baleares siguen sin respuesta.
Los vecinos sienten que están siendo ignorados, como si sus voces no contaran. La verdad es que cada vez hay más gente cansada de promesas incumplidas y quieren ser escuchados.

