En un giro inesperado, Cort ha decidido eliminar más de 1.000 gandules en un intento por hacer frente a la preocupante pérdida de arena que amenaza nuestras playas. La situación es alarmante; el mar no solo se lleva nuestro preciado litoral, sino también el futuro del turismo que tanto necesitamos. ¿Hasta cuándo vamos a permitir que esto siga ocurriendo?
Nuestras playas en peligro
A medida que las olas arrastran arena y afectan el ecosistema costero, la decisión del Ayuntamiento nos hace reflexionar sobre lo que realmente importa. Dejar atrás estos elementos tan característicos de nuestras playas es como tirar a la basura un pedazo de nuestra identidad.
No podemos quedarnos cruzados de brazos mientras vemos cómo el monocultivo turístico se convierte en un problema aún mayor. Es tiempo de actuar, y los responsables deben escuchar nuestras voces antes de que sea demasiado tarde.

