La ciudad de Palma se ha lanzado a la piscina con una promesa que, aunque suena bien, deja un regusto a incertidumbre. Se prevé que se inviertan tres millones de euros en el barrio del Terreno antes de que acabe el año 2026. Pero, ¿realmente es suficiente? La comunidad espera respuestas claras y no solo palabras vacías.
Un futuro incierto para el Terreno
Mientras tanto, los ecos de una vaga masiva del personal de atención a la ciudadanía retumban por las calles. Es como si todos en Palma estuvieran mirando hacia otro lado, mientras la magia de la Navidad comienza a brillar con un espectáculo de luz. A pesar del ambiente festivo, hay un aire denso por la falta de apoyo real en otros aspectos importantes.
No podemos olvidar que los presupuestos municipales han ido más allá de lo inicialmente previsto gracias al apoyo de Vox. ¿Es esto lo que queremos? Un monocultivo turístico que ignora las necesidades reales de sus ciudadanos y barrios como el Terreno, donde muchos se sienten abandonados.
Parece que estamos cansados de promesas vacías y deseamos acciones concretas. La pregunta persiste: ¿serán esos tres millones realmente suficientes o acabarán siendo otra ilusión pasajera?

