La noticia ha saltado como un rayo: el virus Usutu ha llegado a Mallorca. Este es el primer caso que se confirma en nuestro país, y aunque muchos podrían pensar que es solo un número más en la lista de enfermedades, para nosotros, los mallorquines, esto es alarmante. Nos enfrentamos a una nueva amenaza que se suma a las ya conocidas y que nos recuerda lo frágil que puede ser nuestra salud.
Una sombra sobre la isla
Parece increíble, pero mientras disfrutamos de nuestras playas y del buen clima, hay cosas sucediendo detrás de escena que podrían afectarnos directamente. En otro rincón de Palma, también nos enteramos de una intervención escalofriante: 20 toneladas de pescado y marisco caducado desde hace seis años fueron retiradas antes de que una empresa intentara venderlas en nuestros comercios. ¿De verdad? ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar por unos euros?
A la par, el Govern ha decidido activar 22 millones para devolver las congelaciones salariales del personal del IB-Salut durante los años 2020 y 2021. Una buena noticia, sin duda. Pero esto solo pone en evidencia la precariedad con la que se han manejado los recursos durante esta crisis sanitaria.
Cada día surgen más problemas. Desde el Col·legi de Metges se anima a los facultativos a vacunarse contra la gripe para dar ejemplo; ¡por fin alguien da un paso al frente! Sin embargo, no podemos ignorar las palabras duras que llegan desde Vox Palma al censurar pintadas al busto de Aurora Picornell: «Las ideologías y fanatismos no lo justifican». Y así vamos, entre gritos y silencios incómodos.

