La situación se complica en Mallorca y Menorca, donde una alerta amarilla ha sido activada debido a la llegada de intensas lluvias. Esto no solo afecta el día a día de los isleños, sino que también nos recuerda lo vulnerables que somos ante las inclemencias del tiempo. La lluvia puede ser necesaria, sí, pero cuando cae sin avisar, como un mal invitado a una fiesta, provoca caos en nuestra rutina.
Afectaciones y más problemas
No es solo el agua lo que preocupa. En Alaró, por ejemplo, hemos visto cómo una avería en Movistar dejó a muchos sin comunicación durante 40 largas horas. Un recordatorio de lo dependientes que somos de la tecnología y las redes. Mientras tanto, Open House Palma 2025 brilló con luz propia atrayendo a más de 10.000 visitantes; un soplo de aire fresco en medio del desasosiego.
Aún hay quienes siguen disfrutando de la cultura local mientras otros se enfrentan a situaciones complicadas. Así es la vida aquí: llena de contrastes y sorpresas inesperadas. Y aunque en ocasiones parezca que todo está tirado a la basura por causas ajenas a nosotros, hay que seguir adelante con esperanza y resiliencia.

