Hay momentos en la vida que nos hacen preguntarnos: ¿quién me conoce mejor, mi espejo o ese viejo gerro de lechuga que llevo años cuidando? En ocasiones, esta búsqueda de autoconocimiento nos lleva a reflexionar sobre el significado de crecer. Porque hacerse grande no es solo sumar años, sino asumir las riendas de nuestra existencia, tanto en lo bueno como en lo malo.
Un legado que nos une
Parece que el tiempo vuela y los recuerdos se agolpan. La historia de muchas familias está a la venta, como si de un objeto más se tratara. Un legado familiar después de más de un siglo que ahora se convierte en mercancía. Pero, ¿realmente podemos poner precio a nuestros recuerdos? Cada rincón guarda historias que merecen ser contadas y preservadas.
No todo son malas noticias; también hay espacio para la crítica constructiva. Las artes escénicas están rompiendo con viejas estructuras y exigiendo cambios necesarios. Es hora de dejar atrás esa idea del monocultivo turístico, donde todo gira en torno a un mismo concepto. Necesitamos diversidad cultural y artística para enriquecer nuestras vidas.
A veces parece que estamos rodeados por tormentas, tanto meteorológicas como sociales. Hace poco Lluc recibió una buena dosis de lluvia, pero también debemos prestar atención a las problemáticas más profundas: menores amenazadas por redes sociales y un aumento alarmante en listas de espera médicas. No podemos seguir ignorando estas situaciones que afectan directamente a nuestra comunidad.
Así que aquí estamos, reflexionando sobre lo que significa crecer y ser parte activa del cambio. Desde los panellets hasta el compromiso social; cada pequeño gesto cuenta en este viaje hacia adelante.

