En medio de un torbellino político, Vox ha decidido poner sobre la mesa una cuestión que despierta pasiones: la recuperación del topónimo ‘Palma de Mallorca’. Mientras tanto, el PP parece mirar hacia otro lado, como si este tema no les concerniera. ¿Acaso ignoran las inquietudes de los vecinos? La controversia se calienta y las asociaciones vecinales de Palma están alzando la voz en contra de lo que consideran un desprecio a la identidad local.
Una Realidad Que No Se Puede Ignorar
A medida que la ciudad se enfrenta a cambios significativos, desde la construcción de nuevos edificios hasta el aumento desmedido del precio de la vivienda, hay una sensación creciente de frustración. Por ejemplo, han sido autorizados 82 nuevos hogares, pero solo 36 estarán a un precio razonable. ¡Menuda ironía! Mientras tanto, los problemas sociales parecen multiplicarse; hay quienes luchan por su derecho a cuidar a sus familiares enfermos sin que la justicia les dé la espalda. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿dónde queda nuestra comunidad en todo esto?
No podemos olvidar también el reciente boicot al CEIP Maria Antònia Salvà; es una señal clara del descontento generalizado. Los alumnos han decidido no presentarse como protesta contra Miquel Roldán, un hecho que habla por sí mismo.
Así que aquí estamos, con una Palma llena de contradicciones y decisiones cuestionables. La pregunta es: ¿qué futuro queremos construir juntos? Es hora de dejar claro qué es lo que realmente importa para nuestra ciudad.