La noche del 7 de septiembre de 2025 quedará grabada en la memoria de muchos. En Eivissa, un atropello múltiple se cobró la vida de una joven que simplemente estaba disfrutando de su tiempo con amigos. Un vehículo todoterreno irrumpió en la escena y, además de arrebatarle la vida a esta joven, dejó a otras dos personas heridas, marcando un trágico desenlace que nos hace reflexionar sobre nuestra seguridad en las calles.
Una realidad inquietante
Este incidente no es solo un accidente más; es un llamado urgente a todos nosotros. ¿Cuántas veces hemos sentido esa sensación de vulnerabilidad al cruzar una calle? La ruta migratoria entre Algèria y les Balears se vuelve aún más peligrosa si nuestras ciudades no son seguras para sus habitantes. Ayer fue un día fatídico también en Portocristo, donde otro accidente dejó dos muertos y cuatro heridos. Es difícil no sentirse impotente ante tanta tragedia.
La comunidad no puede quedar callada ante estas situaciones. Desde aquí exigimos cambios, desde medidas más estrictas hasta una concienciación general sobre el respeto en las vías públicas. No podemos permitir que este tipo de sucesos se conviertan en algo normal. Es hora de actuar y garantizar que nuestras calles sean seguras para todos.