La jornada de ayer en Mallorca fue, sin duda, una de esas que nos deja un sabor amargo. En apenas doce horas, la isla se vio sacudida por tres accidentes graves que nos recuerdan lo frágil que puede ser la vida. Primero, un autobús embiste a un ciclista en Pollença, un suceso que dejó a todos con el corazón encogido. Pero eso no fue todo; dos motoristas resultaron heridos también en el famoso Coll.
La realidad de nuestras carreteras
Cuando pensamos en Mallorca, es fácil dejarse llevar por las imágenes de playas paradisíacas y turistas disfrutando del sol. Sin embargo, la cruda realidad es otra. La lucha diaria contra el peligro al volante parece no tener fin. Ayer, mientras algunos disfrutaban de un día soleado, otros se enfrentaban a situaciones desesperadas en la carretera.
A este escenario se suman noticias igualmente preocupantes: como el rescate de una niña y otras tres personas atrapadas en un incendio en Portocristo o las denuncias sobre los pozos ilegales que siguen proliferando como setas después de la lluvia. Nos hace preguntarnos: ¿qué estamos haciendo para proteger nuestra isla? No podemos mirar hacia otro lado ante estos problemas que afectan a nuestra comunidad.