En un rincón que debería ser nuestro refugio, el Pulmón Verde de Son Bonet, la situación vuelve a ser alarmante. Las macrobotelladas y los actos de vandalismo se han convertido en una triste rutina que deja a todos con un sabor amargo. ¿Qué nos está pasando como comunidad? Nos estamos dejando llevar por la despreocupación y, lo que es peor, por la falta de respeto hacia un espacio natural que debería unirnos.
Presión sobre nuestro litoral
Pero esto no acaba aquí. El GOB ha propuesto medidas contundentes para proteger nuestras calas, sugiriendo prohibir el fondeig a menos de 50 metros de la costa. Es una respuesta necesaria ante la presión creciente sobre nuestros paisajes y ecosistemas. Sin embargo, ¿será suficiente? Nos encontramos en un punto crítico donde es fundamental cuidar lo que tenemos antes de que sea demasiado tarde.
Y mientras tanto, el resto de las noticias en nuestra isla no son menos preocupantes: cuatro accidentes graves en tan solo 12 horas, incluyendo un incidente entre un autobús y un ciclista. Todo esto nos hace reflexionar sobre cómo manejamos nuestra vida cotidiana y qué legado queremos dejar. La lucha por preservar nuestro entorno tiene que ir acompañada de acciones concretas y del compromiso real de cada uno de nosotros.