En un rincón privilegiado de Mallorca, el GOB ha dado una noticia que nos llena de esperanza: ¡han liberado a 13 mussolets! Esta acción no es solo un gesto hacia la fauna local, sino un grito en defensa del entorno que nos rodea. Y es que defender nuestra isla tiene un precio, y muchas veces ese precio son los gastos judiciales que el GOB está tratando de cubrir para oponerse a la ampliación del aeropuerto. Como ellos mismos han dicho, «condemnats per defensar Mallorca».
La lucha por nuestras raíces
No podemos ignorar lo que está pasando. Mientras algunos siguen tirando a la basura nuestro patrimonio natural por intereses económicos, otros luchan para mantener viva nuestra identidad. Hablamos de sequías en Deià y emergencias climáticas que parecen pasar desapercibidas para quienes deberían actuar. Es hora de preguntarnos: ¿qué le estamos haciendo a esta isla?
A medida que se detectan especies invasoras como los osos lavadores en zonas urbanizadas, vemos cómo el monocultivo turístico amenaza todo lo que amamos. La presión humana alcanza cifras récord, con 1,8 millones de personas en un solo día en mayo. ¿Es esto realmente sostenible? La comunidad debe alzar la voz y luchar por lo que es justo.