El pasado 31 de julio, la cobertura informativa de IB3 sobre las manifestaciones en apoyo a Palestina ha encendido un auténtico debate. Muchos se sienten indignados al ver cómo los medios manejan estas realidades tan complejas y dolorosas, como si fueran simples titulares. Y no es para menos, porque aquí se está hablando de vidas humanas y de sufrimiento.
Voces que claman por una mejor representación
Desde el corazón de la comunidad, hay quienes dicen basta. “No se trata solo de informar, sino de hacerlo con respeto y responsabilidad”, comenta uno de los organizadores que estuvo en primera línea durante las movilizaciones. Mientras tanto, otros acusan a la cadena pública de restar importancia a un tema tan crucial. ¿Estamos tirando a la basura la oportunidad de educar e involucrar a nuestra sociedad en causas globales?
Es evidente que el monocultivo turístico y la falta de diversidad informativa nos están llevando a una desconexión peligrosa con el mundo real. Es momento de cuestionar cómo queremos que se narre nuestra historia. La pluralidad debe ser parte del relato, no solo un mero añadido.