En una jornada que muchos esperaban con ansias, los trabajadores del TIB se reunieron en asamblea para discutir un tema que no solo afecta a su futuro laboral, sino también al de toda la comunidad. Con rostros serios pero llenos de esperanza, tomaron una decisión que podría cambiar el rumbo de sus vidas: aprobar un acuerdo con la patronal. Este pacto no es solo un papel firmado; representa horas de lucha y diálogo.
Un cambio necesario
Entre los ecos de las conversaciones, Carme Vidal levantó la voz: «Es fundamental feminitzar el vestit de mora para nuestra Patrona, pero sin olvidar nuestras raíces». Un comentario que resonó en el corazón de todos los presentes. La necesidad de modernizar tradiciones sin perder lo esencial es un desafío que muchos comparten.
A medida que se desarrollaba la asamblea, el ambiente se tornaba más vibrante. La gente hablaba sobre cómo este acuerdo podría traer mejoras significativas, no solo a nivel laboral, sino también a la vida cotidiana en Palma. Desde aquí, observamos cómo cada pequeño paso cuenta para construir un futuro mejor.