En un rincón de Mallorca, la polémica ha estallado como un cohete en plena verbena. Calvià ha decidido poner el grito en el cielo tras escuchar las letras que algunos artistas han traído a las fiestas de Peguera. Para muchos, esas letras son simplemente inaceptables, y así lo ha dejado claro el alcalde. “No podemos permitir que este tipo de contenidos se normalicen en nuestras celebraciones”, afirmó con firmeza.
Una controversia que no deja a nadie indiferente
La situación ha generado un intenso debate entre los vecinos. Algunos defienden la libertad de expresión, argumentando que el arte debe ser provocador y desafiante, mientras que otros sienten que ciertas palabras deberían quedarse fuera de nuestra cultura festiva. “¿Realmente necesitamos tirar a la basura nuestra identidad por unas rimas desafortunadas?”, se pregunta una vecina con indignación.
No es solo una cuestión de letras; es también sobre cómo queremos que se perciba nuestra comunidad y qué legado dejamos para nuestros jóvenes. Las fiestas deberían ser un espacio para celebrar juntos, no para provocar divisiones. Al final del día, todos queremos disfrutar y sentirnos orgullosos de dónde venimos.