En el corazón de Algaida, donde la tradición y el futuro se entrelazan, se ha tomado una decisión que ha dejado a más de uno con un sabor agridulce. El Consell de Mallorca ha decidido clausurar el campo de tiro de So na Mora. Muchos recordamos aquellos días en los que este lugar era un punto de encuentro para los amantes del deporte, pero hoy las cosas han cambiado. La noticia no solo afecta a los tiradores locales, sino que también nos invita a reflexionar sobre cómo gestionamos nuestros espacios y qué dirección queremos darle a nuestra isla.
Una Nueva Mirada hacia el Futuro
Algaida no es solo un lugar en el mapa; es un símbolo de lo que significa ser mallorquín. En medio del bullicio turístico y la presión por construir más y más, esta decisión parece ser una respuesta valiente y necesaria. Algunos dirán que es una pérdida irreparable, mientras otros ven una oportunidad para redirigir la atención hacia actividades más sostenibles y respetuosas con nuestro entorno. No podemos ignorar las voces que claman por un cambio: “¡Es hora de dejar atrás el monocultivo turístico!”, dicen muchos en las calles.
Los vecinos están cansados de escuchar cómo su hogar se convierte en un parque temático sin alma. Todos amamos la llegada de turistas; después de todo, son parte esencial de nuestra economía. Pero también pedimos respeto y cuidado por nuestras tradiciones y espacios naturales. Es fundamental encontrar ese equilibrio tan anhelado.
El futuro está lleno de incertidumbres, pero también está cargado de oportunidades si sabemos gestionar bien nuestros recursos. Así que ahora nos toca pensar juntos: ¿qué queremos para Algaida? Con la mirada fija en adelante, esperemos que esta clausura sea solo el comienzo de una nueva etapa llena de posibilidades.