Este viernes, el Parc de la Mar se transforma en un auténtico hervidero de emociones con la llegada de la famosa fiesta del Flexas. Pero no todo es diversión y alegría. En medio de esta celebración, resuena una denuncia que no podemos ignorar. La oferta infantil para asistir a la corrida de toros programada para el 7 de agosto en Palma ha levantado ampollas entre los defensores de los derechos animales y muchos ciudadanos que consideran inaceptable fomentar estas prácticas.
La crítica va más allá
La CAEB, por ejemplo, ha manifestado su descontento con la “deplorable” imagen que ofrece el aeropuerto de Palma, pidiendo una reunión urgente con Aena. Esta situación refleja un problema mayor: ¿qué tipo de turismo queremos para nuestras islas? Es como si estuviéramos tirando a la basura nuestra identidad cultural por unos euros rápidos.
No solo eso. Vecinos como los de Pere Garau han hecho sonar sus voces contra el abandono que sufren sus barrios. “Hay lugares que parecen auténticos vertederos. Es dantesco”, nos cuentan indignados. Y mientras tanto, expertos advierten sobre las marejadas que traen mantes a nuestras costas: “Verlas en el litoral es como encontrar un oso polar en Mallorca”. Sin duda, estos son tiempos convulsos donde las decisiones del pasado empiezan a pasar factura.