Imagina un día cualquiera en el que, sin previo aviso, más de 3.195 personas deciden dar el paso y pedir ayuda a Càritas. Este 2024 está siendo un año complicado para muchos, donde la necesidad se hace palpable y los corazones se abren ante la situación que vivimos. Algunos han encontrado en esta organización un rayo de esperanza, pero ¿qué nos dice esto sobre nuestra realidad?
La sombra del turismo masivo
A medida que avanza el año, las voces críticas se alzan contra un modelo turístico que parece no tener fin. La gente está cansada de ver cómo nuestras costas se convierten en una mera atracción para visitantes mientras nosotros luchamos por sobrevivir. Ya es hora de cuestionar el monocultivo turístico, ¿verdad? Al mismo tiempo, la comunidad clama por una gestión más responsable del agua y los recursos, porque aquí no solo se trata de números.
Mientras tanto, otros problemas afloran como hongos tras la lluvia. La vaga de hostelería ha comenzado a hacer ruido: bloqueos en el aeropuerto de Palma y manifestaciones en zonas turísticas son solo la punta del iceberg. ¿Y qué hay del reciente escándalo en AENA? ¡Ya basta! Los ciudadanos exigimos respuestas claras y rápidas a todos estos desmanes.
Parece que estamos inmersos en un ciclo sin fin donde cada día trae consigo nuevas dificultades; sin embargo, hay quienes siguen luchando por salir adelante. Porque al final del día, somos nosotros quienes tenemos que cambiar esta historia.