En un rincón del Mediterráneo, la voz de los ciudadanos resuena con fuerza. En las Islas Baleares, ha surgido una propuesta que pretende garantizar que ningún pensionista se vea obligado a sobrevivir con menos de lo que marca el salario mínimo. Esta iniciativa no es solo un documento más en la mesa; es un grito colectivo por dignidad y justicia social.
Movilizaciones en el horizonte
Por si fuera poco, CCOO y UGT han decidido no quedarse de brazos cruzados. El próximo mes de julio se avecina una serie de huelgas en el sector de la hostelería: el 10, 18, 19, 25 y 31 son fechas clave donde los trabajadores alzarán su voz contra unas condiciones laborales que dejan mucho que desear. ¡Es hora de reivindicar lo justo!
No podemos ignorar también las trágicas noticias desde Capdepera, donde un hombre ha perdido la vida tras caer desde cinco metros sobre unas rocas. Este tipo de accidentes nos recuerdan lo frágil que puede ser nuestra existencia y cuán importante es cuidar nuestra seguridad.
Y mientras tanto, entre polémicas políticas y discusiones urbanísticas, los ecos de Vox retumban en Manacor. Han arremetido contra una divulgadora que organiza rutas sobre nuestra memoria histórica. La historia no debe ser olvidada; cada paso hacia atrás nos aleja del futuro que queremos construir.
A medida que Palma pide el cese inmediato del regidor de Movilidad gracias a la abstención de Vox y surgen denuncias sobre estafas en Menorca por legalizar terrenos, queda claro: estamos ante un momento decisivo. La FELIB apoya iniciativas para legalizar viviendas en zonas conflictivas como la Serra. Pero ¿es esto suficiente?