En un giro de acontecimientos que no deja a nadie indiferente, los enfermeros y fisioterapeutas de las Islas Baleares se han plantado. Hartos de las promesas vacías, han decidido alzar la voz para exigir que se les abonen sus pagas extra en su totalidad. En una situación que cada vez parece más insostenible, estos profesionales no están dispuestos a que su esfuerzo se tire a la basura.
Una lucha por lo justo
El colectivo sanitario ha hecho un llamado claro: «Es hora de que nos escuchen». Y es que mientras ellos luchan día tras día en primera línea, el sistema parece girar en otra dirección. No se trata solo de números; se trata de dignidad. La indignación crece cuando vemos cómo los recortes afectan directamente a quienes cuidan nuestra salud.
No podemos olvidar el contexto: el récord alarmante de casos de cáncer de piel en los últimos años nos recuerda la urgencia detrás de esta protesta. Estos héroes anónimos merecen ser tratados con respeto y recibir lo que les corresponde por su arduo trabajo.