En un mundo que avanza a pasos agigantados, parece que la defensa del feminismo ha perdido fuerza entre nuestros jóvenes. ¿Qué está pasando? Esta pregunta resuena en las calles y en las aulas de Mallorca, donde cada vez son más quienes consideran que la causa no es tan urgente como antes.
Una voz colectiva que se apaga
No podemos quedarnos de brazos cruzados. La Junta de Personal Docent ha decidido alzar su voz y sumarse a la lucha por una educación en catalán y democrática. Es un paso valiente, sí, pero es solo una parte del rompecabezas. Mientras tanto, desde diferentes frentes como la FELIB, también se están tomando decisiones importantes, apoyando iniciativas para legalizar viviendas en la Serra, buscando soluciones reales a problemas acuciantes.
Y no nos olvidemos de lo que ocurre con nuestra salud: las Islas Baleares han registrado un alarmante incremento en los casos de cáncer de piel en los últimos cinco años. A esto se suma el impacto medioambiental, donde la pesca ha confirmado la legalidad de redes dentro de reservas marinas, lo que genera más preguntas que respuestas. El debate sigue abierto y nosotros debemos participar.
Es momento de reflexionar: ¿qué futuro queremos construir? Si continuamos tirando a la basura nuestras luchas pasadas por considerarlas obsoletas, corremos el riesgo de caer en el monocultivo turístico y perder nuestra esencia como sociedad. Hay que recordar siempre que cada acción cuenta y cada voz tiene peso.