Los acuíferos de nuestra tierra están en una situación alarmante, y muchos ya se enfrentan a la temida salinización. Es un problema que no podemos ignorar, pues todos ellos están sobreexplotados. Cada día que pasa, parece que el grifo se abre más y más, dejando nuestros recursos hídricos al borde del colapso.
Una voz en contra de la saturación
En medio de esta tormenta, hemos visto como voces valientes se levantan. Antonio Mesquida, un conocido empresario del calzado y exregidor de Ciutadella, ha sido claro: “No nos detendremos”. Su mensaje resuena entre los convocantes de una manifestación que busca poner freno a esta locura de saturación turística que estamos viviendo. Porque lo cierto es que muchos turistas alemanes también se han unido a esta lucha con pancartas en mano, clamando por solidaridad frente a la masificación.
No obstante, no todo son buenas noticias. La violencia también ha hecho acto de presencia, con la detención de un hombre acusado de haber acabado con la vida de una mujer en la carretera de Manacor. Una tragedia más en este mar de despropósitos.
Pero aquí seguimos nosotros, alzando nuestras voces y diciendo ¡basta! Miles se han congregado en Palma para gritar: “Salimos hasta que el Gobierno nos escuche”. Esta lucha es por nuestro futuro y por el legado que dejaremos a las próximas generaciones. No podemos permitir que nuestros acuíferos sean tirados a la basura mientras algunos solo piensan en sus intereses económicos.
La patronal del alquiler de coches ya ha salido al paso rechazando cualquier limitación sobre la entrada de vehículos a Mallorca; alegan que perjudica sus negocios. Sin embargo, quizás sea hora de pensar en qué tipo de economía queremos ser y si realmente vale todo por unos pocos euros más.