La educación infantil en Baleares está viviendo momentos cruciales. Los sindicatos y patronales se han unido para negociar un complemento autonómico que beneficie a los educadores de 0-3 años que trabajan en gestión indirecta. Pero, ¿quién no ha sentido que la educación es una de esas áreas que siempre acaba en el olvido? Con el tiempo corriendo y las necesidades acumulándose, es hora de poner las cartas sobre la mesa.
Un puente entre docentes y propietarios
A medida que avanza esta negociación, Educación tiene la intención de actuar como intermediario entre los propietarios de pisos y los docentes desplazados. Esto suena prometedor, pero debemos preguntarnos: ¿será suficiente para abordar la creciente crisis habitacional que enfrentan nuestros educadores?
No podemos ignorar lo evidente: hay un problema serio cuando el número de aprobados en las pruebas PAU baja cuatro puntos respecto al año anterior. En este contexto, cada detalle cuenta y cada esfuerzo debe ser reconocido. Además, la reciente manifestación contra la turistización en Palma ha dejado claro que la población está cansada; “¡Hasta aquí hemos llegado!”, gritan miles de voces unidas.
En definitiva, estamos ante un momento clave donde la colaboración puede marcar una diferencia real. Sigamos atentos a cómo se desarrollan estas negociaciones porque al final del día, somos nosotros quienes necesitamos cuidar lo nuestro: la educación y nuestras comunidades.